Jeronimo no fue a la universidad, era un agricultor de clase alta, que no se ensuciaba las manos y las fiestas, las bebidas, los amigos y las mujeres eran su ambiente, no tenia ninguna visión de vida y nunca aprendio a trabajar. Tomoe experimentaba mucho con medicinas naturales, pero hacia las medicinas comunes y especificas de una buena lista de farmacias de la ciudad y dictaba clases en la universidad nacional. Juntos comenzaron a comprar grandes terrenos en el campo y casas de ciudad, luego comenzaron con ganado, cultivos y alquiler de inmuebles comerciales, pero no era lo único, porque un dia Tomoe también se postulo a la política, fue la primera mujer diputada.
Eran tiempos de conflicto en el país y las cosas era muy complicadas, la guerra civil ponía hermanos contra hermanos por ser de bandos distintos y muchas veces sin opción. De pequeños se les secuestraba en la escuela y se les enseñaba la filosofía de un bando determinado, asi que era algo como matar o morir. Tomoe, por su figura publica, recibia cartas de la guerrilla exigiendo estancia pacifica en sus terrenos y como era mas prudente aceptar que ponérselos en contra, eso hacia, ella lidiaba con todo, la economia de casa, las relaciones diplomaticas, los terrenos, los trabajadores de su ganado y cultivos, sus experimentos medicos y por supuesto el mantenimiento de los inmuebles. Jeronimo era muy distraído, ingenuo y alcohólico, asi que no le confiaba mas que misiones simples o de carisma, porque si había alguien adecuado para convencer a cualquier persona era el, si quería ganar su cargo político, cerrar un trato de compra de una propiedad, vender mas productos lácteos o aveces incluso responder diplomáticamente las cartas con la guerrilla, entonces ese era Jeronimo, se le daba mucho el don con las personas, lo social era su ambiente.
Tomoe y Jeronimo tenian multiples ocupaciones, se habían logrado hacer ricos independientes del dinero de la familia de Jeronimo. Ellos se amaban a su modo, sin sentimentalismo, sin necesidad del otro, sin mucho romance, eran muy realistas, sabian reir a solas, amaban la compañia del otro y siempre se decian la verdad y como esta historia no se trata de amor, sino de verdades, dejenme introducirles a Mar:
Una niñita de 5 años que vive pobremente con sus 11 hermanos y su madre, todos luchan por sobrevivir, llevar algo a casa. Mar es la mas pequeña pero sueña con salir de ahi, su madre limpia casas y cocina, sus hermanas un poco de lo mismo, sus hermanos trabajan en el campo o de albañiles, ella intenta estar siempre con Sofia, su hermana favorita, es de las mayores, pero su química es la mejor. Esa tarde Mar se sento en el jardín fuera de casa, sobre una gradita de tierra a esperar que alguien llegara a casa y después de un rato teniéndose la quijada apareció un auto, era color vino tinto, muy brillante, todo polarizado y rodaba muy despacio, como buscando algo o a alguien
Se estaciono frente a su casa, bajó una mujer elegante en pantalones, labial rojo, piel morena y cabello rizado, la niña estaba impresionada, nunca vio ninguna mujer usar pantalones y en su barrio nadie tenia un auto, mucho menos asi de bonito. La mujer se acercó a la niña y le pregunto por su madre.
Mar dijo que no había nadie en casa y que no tenia idea a que horas regresaba, pero la Sra. insistió en esperar un rato y cuando su madre llegó, la invito a entrar, un poco desganada, hablaron brevemente y finalmente la Sra. se fue. La niña había estado todo el rato fantaseando en como seria vivir con ella, el corazón se le llenaba de todo, era como fuego y dulce de leche al mismo tiempo. Una mañana la madre llevo a Luba y Mar al trabajo con ella, nunca habían ido a esta casa, era nuevo trabajo. Debian limpiar baños, habitaciones, áreas comunes y preparar la comida para los señores de la casa pero Mar de hecho estaba muy emocionada, por que por alguna razón, seguía imaginando como seria su vida si no fuera tan pobre y estar ahí le daba una idea, además era la primera vez que Julia (su madre) la llevaba con ella, siempre le repetía que era una inútil y la mandaba a ayudarle a alguna de sus hermanas.
Todo el dia se pasó haciendo sus quehaceres mientras alucinaba, andaba distraída y mientras barria el patio entre la cocina y el comedor, choco contra su hermana Luba, ella tiro uno de los platos de los señores y cuando regreso a la cocina, Julia le sentencio que ya veria llegando a la casa, Mar nunca había visto que a Luba se le castigara, pero Luba la odiaba, asi que comenzó a temer todo el dia.
Luba tomo un carbón caliente de la cocina de leña y le quemo el antebrazo, ella quiso gritar pero ni eso podía, sino quería más problemas, Luba le ordeno llevar los platos a la mesa de los Señores sin llorar y asi hizo. Cuando Mar ponía los platos en la mesa, el sr. se percato de la quemada, no dijo nada, pero no dejo de pensar en ello. Por la noche Tomoe y Jeronimo hablaban sobre su dia, sobre la actividad en la hacienda, como iba la producción de lácteos, sus avances en la nueva formula para la farmacia o de algún alumno interesante en la universidad, después de todo Tomoe tenia una vida interesante y muy ocupada, Jeronimo era dulce, ingenuo y aunque muy empatico también era muy predecible, por eso la comunicación entre ellos se había deteriorado hacia unos años e incluso habían dejado de compartir la cama.
Jeronimo seguía pensando en la quemada y su esposa que lo conocía tanto lo noto perdido en su cabeza, asi que le pregunto, cuando el le comento, ella le dijo que también había visto eso, lo dijo muy impotente, porque a pesar de su frialdad, los niños aveces la conmovían, ella no podía tener uno y habían por ahí mujeres que no los querían…
---¡Esa desgraciada y desorientada mujer! ¡No sabe lo que hace, tiene demasiados hijos! No se como es capaz…--- y se quedo en silencio, inmersa en su cabeza, parecía querer decir algo pero ya no dijo nada.
Jeronimo la conocía muy bien, no dijo una sola palabra más y en su mirada vio aun la luz de esperanza. Era triste como la vida era tan irónica y cruel con ella, como parecían tenerlo todo y un poco más, pero tenían aquel vacío en sus corazones.
¡Entonces sucedió! ¡Tomoe se ilumino!
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